Santo Domingo.-El Plan Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE) que hoy llega a su final ha sido el que mayor alcance en todo el continente americano ha tenido, el único que se ha implementado de manera gratuita y con mayores facilidades para los eventuales beneficiarios, exhibiendo resultados que superan en términos proporcionales las reformas migratorias más ambiciosas implementadas por Estados Unidos, que es la mayor economía del hemisferio.
Estados Unidos, con una población de 320 millones de personas, implementó la denominada Acción Diferida (DACA por sus siglas en inglés) para evitar la deportación de jóvenes que se han criado en ese país y que mantienen un estatus de migrantes ilegales.
El pasado lunes ese programa cumplió tres años de implementado y se han acogido al mismo 664 mil extranjeros (el 0.20 por ciento de su población).
En la mitad de ese tiempo (18 meses), República Dominicana, con apenas 10 millones de habitantes, implementó un Plan Nacional de Regularización al que se acogieron 240 mil extranjeros (el 2.4% de la población).
Si se equipararan las estadísticas, la efectividad de Estados Unidos es como si República Dominicana solo hubiera regularizado 20 mil extranjeros en tres años, es decir, 10 mil extranjeros durante los 18 meses que duró el Plan Nacional de Regularización. Otras naciones que han implementado planes similares son Costa Rica y Panamá, los cuales en el doble del tiempo de República Dominicana han regularizado alrededor 70 mil y 50 mil extranjeros, respectivamente.
Costa Rica, con 4.8 millones de habitantes, inició uno de sus últimos planes de regularización migratoria en 2013 y duró hasta poco más de septiembre 2014, inicialmente lo hacía gratis pero varios meses después empezó a cobrar.
La mayor presión migratoria la recibe este país de Nicaragua.
Diferencia costo Plan RD
El proceso que fue instruido mediante el decreto 327-13 por el presidente Danilo Medina, se desarrolló de forma gratuita para los inmigrantes que entraron ilegalmente al país antes de octubre 2011 o aquellos que habiendo agotado el proceso vigente se encontraran en condición migratoria irregular.
Si comparamos este proceso con el plan de regularización de Panamá denominado “Crisol de razas”, las condiciones económicas son muy diferentes.
En ese país los extranjeros en condición migratoria irregular debían pagar entre US$767 y US$1,772 para realizar ese proceso y así evitar ser deportados.
Así mismo, en los diversos procesos de este tipo desarrollados en México en la primera década de este siglo, los potenciales beneficiarios también debían realizar un aporte económico que variaba entre los 295 y 7 mil pesos mexicanos de acuerdo al estatus solicitado.
Lo mismo ha ocurrido con los planes de regularización de extranjeros desarrollados en Costa Rica cuyo costo de apertura de expediente era de US$50.
Inversión Gobierno
Mientras otros países obtienen recursos con sus procesos migratorios, las autoridades dominicanas informaron que debieron disponer de RD$1,200 millones para la logística.
Para llevar a cabo todo el Plan de Regularización el Ministerio de Interior y Policía habilitó 24 oficinas en todo el país. Más de 400 personas laboran en el proceso. Washington González, viceministro de esa entidad, ha informado que en unos 45 días a partir de hoy darán a conocer quiénes clasificaron o no. Se prevé que en ese periodo se den los resultados de más del 90% de los inscritos.
Aporte Gobierno Haití fue insuficiente
El aporte del Gobierno haitiano para colaborar con el proceso de regularización se centró solo en la reducción de RD$2,200 a RD$1,000 la inscripción en el Programa de Identificación y Documentación para Inmigrantes (Pidih).
Con ese proceso los nacionales del vecino país podrían obtener un pasaporte para acogerse al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros. Sin embargo las cifras de entrega de ese documento están muy por debajo de las proyectadas, ya que se estiman en menos de 5,000 quienes han obtenido un pasaporte.
Hasta el momento el número total de inscritos no sobrepasa las 60 mil solicitudes, cuando la meta era alcanzar 200 mil personas.
La inestabilidad política en Haití ha sido un punto en contra del Pidih.
La falta de un pasaporte fue una de las principales dificultades con que se encontraron los nacionales del vecino país que acudían a normalizar su estatus migratorio.
Otros extranjeros de unas 23 nacionalidades también realizaron el proceso, entre ellos de países centroamericanos y asiáticos.
Publicado por ElDía.
0 Comentarios